14 de marzo de 2008

El castigo a Padre Hurtado

Por José Orellana Yánez*

La comuna de Padre Hurtado viene experimentando el castigo de las políticas públicas de desarrollo sustentable del Estado de Chile en complicidad con el capital transnacional representado por Aguas Andinas desde 1998, cuando logran la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que permite la operación de la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas (PTAS) Santiago Sur.

Esta PTAS se haría cargo de las aguas servidas de las comunas de Puente Alto, La Pintana, El Bosque, San Bernardo, Maipú, Cerrillos y pequeños sectores de las comunas de la Florida y Estación Central. A 2000, la misma planta trataría 3,5 metros cúbicos por segundo, lo que implicaría cubrir a 1.295.000 habitantes con una proyección a 2024 de 6,5 m3/seg cubriendo 2.620.000 habitantes de la Región Metropolitana, implicando, por lo tanto, una segunda etapa de la planta.

Como es fácil de observar, el castigo a la comuna de Padre Hurtado es total y evidente en 1998. En la RCA de aquel año la comunidad ya se hizo una pregunta muy pertinente, cual fue: ¿es justo que un territorio comunal, como el de Padre Hurtado, se haga cargo, por la sola instalación de este artefacto, de la limpieza de las aguas servidas de un significativo número de habitantes de la Región Metropolitana? La pregunta es atingente, dado que en el procesamiento de las aguas se generan toneladas y toneladas de biosólidos (caca), los que expelen malos olores y vectores sanitarios (moscas y ratones) provocando una baja en la calidad y sistemas de vida de los padrehurtadinos, siendo los más afectados, los habitantes de la localidad de El Trebal, condominios aledaños y otras localidades rurales de la comuna.

Pues bien, hoy, el Estado de Chile junto con el capital transnacional, tienen la convicción de intensificar el castigo a esta comuna, ya que, la original planificación en el sistema de saneamiento de las aguas servidas que se pensó en 1998, no es suficiente, por que al parecer existen otras necesidades, o cambios en los planes de desarrollo de la multinacional sanitaria española Aguas Andinas.

Me explico, la empresa instaló en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) en la quincena de diciembre de 2007 un estudio de impacto ambiental (EIA) denominado “100% de saneamiento de la Cuenca de Santiago”, el que se refiere al proyecto “PTAS Mapocho y emisario La Farfana – El Trebal”.

Este proyecto se relaciona con otro que ya se encuentra certificado ambientalmente y que se denomina “Mapocho Urbano Limpio”, el cual viene a captar todas las descargas de aguas servidas al cauce del río Mapocho, que hoy son 21, y que corresponden a alrededor de 13 comunas de la Región Metropolitana (Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Providencia, Recoleta, Independencia, Renca, Quinta Normal, Cerro Navia, Pudahuel, Conchalí, Huechuraba y Lo Prado).

Pues bien, este gran colector (sistema de colectores) que captará estas aguas, debe desembocar en algún artefacto que las permita purificar, por lo tanto, la PTAS La Farfana ubicada en la comuna de Maipú es la primera prioridad. Sin embargo, en la actualidad es capaz de tratar una muy mínima parte, completando su capacidad de tratamiento muy rápidamente. Ante ello, la empresa ha decidido presentar el proyecto antes comentado para tratar el resto de las aguas, ya que la actual planta de El Trebal, como se encuentra diseñada, no es capaz de procesar el resto de las aguas servidas, las que vendrán en el emisario que se construirá entre La Farfana y el Trebal. Otro gran canal que estará en superficie y túnel.

Desde esa perspectiva, la planta Mapocho, la que se ha concebido en dos etapas tratará 6,6 m3/seg, donde la primera se haría cargo de 4,4 m3/seg involucrando a 1.258.305 habitantes y la segunda de 2,2 m3/seg involucrando a 1.938.546 habitantes más.

Finalmente, la comuna de Padre Hurtado dentro de su territorio estaría tratando el 4,4 m3/seg de la PTAS el Trebal, más el 6,6 m3/seg de la PTAS Mapocho, es decir 11 m3/seg, implicando más de la mitad de los habitantes de la Región Metropolitana tratados sanitariamente.

Además, resulta francamente irritable, constatar cómo la empresa Aguas Andinas tiene la desfachatez de presentar un proyecto de esta naturaleza sin dar solución al tema más sensible, cual es, la disposición final de los biosólidos. En el proyecto de la PTAS Mapocho se indica que no serán dispuestos los biosólidos en las canchas de secado que hoy utiliza la PTAS El Trebal, sin embargo en ningún lugar indica dónde se dispondrán objetivamente. Sólo se conforman con indicar que se piensan disponer en un lugar localizado en el sector norte de la Región Metropolitana, específicamente en la comuna de Til – Til (El Rutal), además, para ello deben cumplir con todo el procedimiento que impone el SEIA para proyectos de acopio de biosólidos. Ante ello, ¿Quién garantiza que los nuevos biosólidos no se dispongan en las actuales canchas de secado o morrellenos autorizados?

A caso ¿no es éste un castigo para la comuna de Padre Hurtado que se encuentra en el periurbano de la Región Metropolitana con escasos 44.000 habitantes, que sólo registra un padrón electoral de 14.000 habitantes?, ¿Será que esta realidad política motive al Estado de Chile junto con la Empresa Aguas Andinas a querer pagar este costo?, ¿Será esta realidad, la que permite que en la RCA de 1998 se afirme, desde la empresa, que los olores jamás serán evidentes ante la muy acertada tecnología aplicada en el procesamiento (salvo excepciones) y que cuando se realiza el ejercicio de participación ciudadana en el marco de la ley 19300, el día 8 de enero del presente año en la localidad del El Trebal, los mismos argumentos son anulados cuando los mismos habitantes indican que no quieren otra planta porque los olores son insoportables?

Estas preguntas son pertinentes, porque en el ánimo de llevar adelante las políticas de desarrollo sustentable basadas en criterios de mercados, siempre existen castigados, en este caso Padre Hurtado. Su diseño, en cuanto política pública no contempla las externalidades muy negativas que provocan los proyectos de inversión incluso pública cuando para cuidar el medio ambiente se refiere. Desde ahí, que se encuentra la legitimidad de rechazar el proyecto de PTAS Mapocho y emisario La Farfana – El Trebal.

*Concejal e integrante del Consejo de Defensa del Medio Ambiente de Padre Hurtado (jorellanay@gmail.com)