20 de marzo de 2008

Informe Valech: censura e impunidad

Por Paulina Acevedo*

Por estos días se encuentra sesionando a puertas cerradas en la ciudad de Nueva York el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. El mismo que el Estado chileno aspira integrar, y cuya postulación ha sido impugnada por numerosas organizaciones de la sociedad civil, dado el bajo nivel de cumplimiento que exhibe Chile frente a las disposiciones que establecen tratados internacionales en la materia, ratificados y vigentes en el país; debido a la no suscripción de protocolos facultativos, así como de instrumentos que procuran fortalecer el resguardo de derechos esenciales y que marcan una tendencia en el derecho internacional de los derechos humanos para la persecución y sanción ejemplar de crímenes de lesa humanidad, como la Convención de Roma, que crea la Corte Penal Internacional; además de múltiples denuncias presentadas ante los comités de la ONU, y el Sistema Interamericano en el ámbito regional, por ciudadanos chilenos.

El propio Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en marzo de 2007, hizo ver al Estado chileno una serie de incumplimientos al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su informe de respuesta al entregado por el gobierno con cuatro años de retraso. Dándole un plazo de un año, que se cumple precisamente estos días, para informar sobre las medidas implementadas en aquellas situaciones consideradas como las más graves por el organismo internacional (cinco para todas las restantes recomendaciones): la situación de los pueblos indígenas y el establecimiento de responsabilidades directas por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar.

Frente a este último punto, si bien el Comité “celebra” el hecho de que el Estado haya tomado medidas tendientes a reparar a las víctimas de violaciones durante este período, con la creación de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura el 2003, “le preocupa la falta de investigaciones oficiales” para identificar a los autores materiales o responsables directos de las mismas. Lo que atenta contra los artículos 2, 6 y 7 del Pacto, al que Chile se encuentra obligado desde 1972.

Por lo mismo el Comité fue tajante al señalar, y es a lo que el Estado está obligado a responder este mes, que éste debe “vigilar que las violaciones graves de derechos humanos cometidas durante la dictadura no permanezcan IMPUNES; en particular garantizando la acusación efectiva de los responsables sospechosos”. Y agrega que “deben tomarse medidas adicionales para fincar responsabilidades individuales” y, en los casos de personas condenas por tales actos, “examinar sus aptitudes para ejercer funciones públicas”.

Nada más alejado de la realidad.

El proceso de transición democrática implementado en el Chile postdictura, marcado por la “reconciliación” como eje fundamental, no solo ha entibiado sus bríos de Verdad y Justicia con el paso del tiempo (conceptos que marcaron la campaña del NO y que fue el espíritu con que se creó la Concertación de Partidos por la Democracia), peor todavía, se ha hecho cómplice de los torturadores, estableciendo la CENSURA como método de IMPUNIDAD.

Pues lo que pocos saben es que los testimonios entregados a la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, contenidos en el informe que pasará a la historia como Informe Valech, fueron decretados secretos por el gobierno, por un lapso de 50 años. Es decir, recién el 2053 los chilenos podremos conocer en detalle estos graves hechos relatados y, lo que es aún más importante en palabras del Comité, los nombres de los responsables directos.

Cuáles son los motivos que fundamentan esta absurda decisión, que a la luz del artículo 13 de la Convención Americana constituye, además, censura previa. Qué inspiró a las autoridades concertacionistas, que se señalan “democráticas” y dicen haber reconstruido el “estado de derecho”, a cercenar una parte importante de nuestra memoria histórica. Quiénes fueron los que presionaron y quiénes aceptaron, que una impunidad de este calibre se fraguara. Pues lo que queda claro es que el 2053, cuando la información sea por fin dada a conocer, todos los torturadores, sin excepción, estarán muertos, sin que hayan respondido ante sus crímenes y fueran sancionados por ellos.

Por eso es importantísimo que la ciudadanía conozca y luego exija el cumplimiento de otro de los requerimientos del Comité, cuyo plazo expira también este mes de marzo, y es el hecho de que “el Estado debe hacer PÚBLICA toda la documentación colectada por la Comisión de Verdad y Reconciliación, y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, susceptible de contribuir a la identificación de aquellos responsables de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y tortura”.

El ex Presidente Patricio Aylwin, inspirado tal vez por su condición de abogado, envío en su momento la información de la Comisión de Verdad y Reconciliación a los tribunales de justicia. Lo que, sin lugar a dudas, contribuyó a los procesos que ya se seguían en las cortes chilenas.

La pregunta es, ¿responderá también la Presidenta Bachelet?, que bien conoce lo que implica la tortura, pues tanto ella como su madre estuvieron recluidas en el centro de detención y exterminio de la DINA conocido como Cuartel Terranova (Villa Grimaldi), mientras que su padre fue muerto en prisión.

¿Erigirá la Verdad, que abre puertas a la Justicia, como valores que deben primar en nuestras generaciones presentes y futuras, por sobre la Censura y la Impunidad?

Sin olvidar que un país sin memoria, es un país sin historia. Y una historia de impunidad, da pié a que hechos de esta grave naturaleza vuelvan a repetirse, de forma indefinida.


* Paulina Acevedo es periodista, diplomada en Derechos Humanos y Procesos de Democratización

18 de marzo de 2008

Qué dijimos en la comisión de Hacienda del Senado

Por Patricio Herman*

Este lunes 17 de marzo, entregamos nuestra opinión sobre el proyecto de ley que establece una rebaja transitoria al impuesto a las gasolinas automotrices y establece cobro de IVA a viviendas de lujo y para tal efecto en esta columna documentamos la presentación entregada al presidente de la comisión, el senador Camilo Escalona, sobre el IVA a las viviendas.

Sobre la materia (en estricto rigor, la recuperación del 65% del IVA determinado en la venta de viviendas), señalamos que la exención constituye un subsidio a la oferta que favorece a los vendedores de viviendas nuevas y en términos socialmente regresivos, distorsionando la correcta asignación de recursos en una economía de libre mercado. No rechazamos las exenciones, pero cuando se implementan, deben ser justificables y convincentes, lo que no ha sucedido con esta franquicia.

En el Informe Técnico Urbano Nº 10 (julio de 2005) de la Fundación Jaime Guzmán, fue publicado un artículo en que se calcula el monto anual de la exención tributaria y su distribución por sector socioeconómica para el lapso 1995-2004, en donde se observa que de un promedio anual de 122.635 viviendas construidas, el 15% corresponden a proyectos de autoconstrucción o de encargos (ejecución directa) en donde no correspondía hacer uso de la recuperación del IVA, por no producirse venta o facturación de vivienda y que el monto de la recuperación de IVA correspondiente a una vivienda económica de 500 UF alcanza a 47 UF, en cambio el de una vivienda de 10.000 UF alcanza a 645 UF, cifras que justifican plenamente la modificación ad portas.

El gobierno desea que las viviendas que excedan el precio de 4.000 UF paguen el IVA que pagan todos los demás bienes y servicios que se transan en el mercado, manteniendo íntegra la franquicia actual para las viviendas de hasta 2.000 UF, reduciéndose gradualmente para todas aquellas que se enmarcan entre ese valor y las 4.000 UF. Es decir, todas las casas o departamentos nuevos que se vendan a partir del próximo año en precios que excedan este último monto se verán afectas al pago de IVA, lo cual consideramos un avance en la modernización de la estructura tributaria, pero insuficiente para dejar atrás la inequidad de la cual tanto hablan, criticándola, los actores cuyas opiniones difunde la prensa.

Por ello sostenemos que este subsidio (no pago de IVA) sea a la demanda para que el mercado de la vivienda funcione adecuadamente. De esta manera se debería derogar, en un plazo prudente de tiempo, esta exención del IVA para todas las viviendas, sin importar sus precios y estableciéndose bonificaciones diferenciadas exclusivamente para los compradores de unidades de hasta 4.000 UF o incluso más. Pero para que haya justicia social y redistribución del ingreso de verdad este beneficio a la demanda debiera ser solo para aquellos que no sean rentistas ni personas jurídicas, es decir, quienes tendrían derecho a recibir por una sola vez ese subsidio serían aquellos que vivan en su propias casas. Así se simplificaría la labor de fiscalización al Servicio de Impuestos Internos (SII), ya que se terminaría con el comercio irregular de facturas emitidas por quienes venden insumos de construcción para que otros aprovechen el descuento del IVA, fraude muy conocido y tolerado porque es difícil su control.

También sería deseable terminar pronto con la figura de las “viviendas económicas” DFL2 porque con ellas se producen evasiones tributarias que conocen muy bien los alcaldes de las comunas más poderosas del país, todas las direcciones de obras municipales, el ministerio de Vivienda y Urbanismo y las propias organizaciones empresariales de la construcción, engaños que han generado millonarias pérdidas económicas que muy bien conoce el SII, institución que malgasta valiosos recursos humanos en la ingrata tarea de verificar las ampliaciones ilegales en este tipo de viviendas. Tampoco podemos perder de vista que las rentas que producen este tipo de viviendas no son declaradas por sus propietarios rentistas en la determinación de sus ingresos para el pago de impuestos.

En síntesis, apoyamos el proyecto del gobierno y valoraríamos que se le introdujera la modificación que estamos planteando, es decir, el subsidio a la demanda, porque con ella el Estado recuperaría centenas de millones de dólares que se podrían orientar a la construcción de viviendas sociales de calidad y como los nuevos recursos financieros serían cuantiosos, el gobierno estaría en condiciones de terminar pronto con el déficit de este tipo de viviendas y asimismo solucionaría el conflicto de aquellos ciudadanos que reclaman por las deudas impagas de sus viviendas PET.

También entregamos un estudio sobre la exención del IVA en las viviendas y su distribución por cada uno de los distintos sectores socioecómicos, elaborado por el especialista José Astaburuaga, documento publicado en El Mostrador.cl del 21 de julio de 2005, el cual fue conocido por la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, dado le fue facilitado por el suscrito en la oportunidad (martes 12/07/05) que expuso en esa instancia. De su lectura y de la evaluación de sus cifras se justifica plenamente la derogación de la franquicia del IVA a las viviendas.

Dado que los empresarios interesados en la mantención de la franquicia argumentan que este proyecto de ley "perjudica a la clase media" (sic), con las conclusiones del estudio mencionado se desmiente ese aserto. En efecto, en la página 4 del mismo se afirma que, del total de la exención tributaria del IVA aplicada a las empresas constructoras, un 19,4% de ese monto benefició a los compradores de viviendas económicas y sociales, un 34,7% a sectores de ingresos medios y el 45,9% restante a los adquirentes de viviendas con altos estándares de edificación.

Por todo lo anterior nuestra posición es subsidiar la demanda de viviendas nuevas, considerando que se debe mantener el beneficio adicional que tienen todos los compradores de viviendas que se acogen a créditos hipotecarios, con lo cual descuentan de sus declaraciones anuales de impuestos una parte de los 12 dividendos mensuales por todo el período del servicio de la deuda.

Ahora, el Senado tiene la palabra y, en tal sentido, estamos seguros de que sus honorables miembros con intereses inmobiliarios se inhabilitarán en el momento de la votación.

*Fundación "Defendamos la Ciudad"

17 de marzo de 2008

Revolviendo

Por Begoña Zabala*

En Santiago el sol se pone tarde a pesar de que falta poco para la llegada oficial del otoño y una llega buscando la penumbra. Penumbra que se agradece cuando se ha viajado durante muchas horas de un polo a otro de la tierra y la diferencia en grados centígrados es de menos 20 a 33 sobre cero.

La luz azul marino de la noche propicia el afán de disimular ojeras, esconder los pies hinchados que apenas caben en simples sandalias, el mal color que dejan 14 horas de vuelo sin dormir, sin leer ni escribir ni poder concentrarse en algo cuando acecha el pensar febril en el Black Hole inesperado y absolutamente improbable donde a lo mejor van a parar los aviones que no dejan rastro, o los que se encuentren con El Holandés Errante navegando por los cielos. Así de disparatado es el miedo.

Hace pocos días y al cabo de infinitud de horas de encierro, aterrizó grácil cual mariposilla el tubular de hierro. El acontecimiento sucedió en suelo chileno. Fue tal la emoción, tal el contento de pisar tierra firme una vez más, tal el frenesí, el júbilo y el alborozo que hubiera podido cubrir de besos al Comandante a su copiloto y a la tripulación entera a la mínima insinuación. Boca a boca. French kisses. La vida, respetable público, no tiene precio y los ósculos de una tampoco.

A lo que iba. Hace cuatro años que estuvimos en Chile. Siglos o fracción de segundo, la sensación de extrañeza es la misma de antaño.

Esta vez he dejado dormidas, esperándome entre la nieve, las máscaras de teatro y sólo vengo acompañando a mi novio por apetencia, de mirona, de lectora y de escribiente. También he vuelto a conocer y reconocer amigos, a disfrutar de su compañía, a recordar a Max que se negó a luchar contra el cáncer que dio cuenta de él. Hacía tiempo que no le interesaba lo que llamamos vida. Quería reencontrarse con su compañera y su hijo sin nacer, desaparecidos. Me alegra su muerte porque quiero creer que le esperaban del otro lado y el tormento para los tres habrá cesado. Al fin. Habrá cesado al fin. Para eso existe Dios.

Yo echo en falta su estampa de caballero de la triste figura, su trato versallesco, su bondad desbordante. Su fineza. Sus secretos compartidos de usted a usted.

Después de haber hecho el vaivén entre Chile y el Quebec durante veinte años, sigo siendo una perfecta extrajera allí y aquí. Es exultante la sensación de trotamundos. Supongo que llevo incorporado en el aliento, el perfume, la respiración, los latidos rítmicos de la cuna atávica, el sentido de pertenencia. Ir por la vida de extranjera resulta incluso apetecible en esas condiciones. Saber de dónde se viene. No importa tanto donde se va. Ni es un drama abandonar el árbol cuando se tienen raíces que calman la sed en el manantial primero.

De nuevo en Santiago, Santiago de mis amores, basta una semana, qué digo una semana, apenas 24 para constatar que se pisa terreno volcánico. Que la tierra aquí no tiembla por temblar. Que el Sur no es solamente un Punto Cardinal sino un sentimiento. Abrupto a veces. Como lo es el Norte. Que la Cordillera, ola detenida de luna opaca, es además de imponente, amenazante. Que la diferencia entre los unos y los otros es cada vez más manifiesta. Que se nota mucho, que está omnipresente. Tanto, que resulta obsceno desear que llueva torrencialmente, con la falta que hace, y que el agua solucione el problema de la sequía, porque eso significará cuando llegue, una catástrofe para los de siempre. Evitable sin embargo.

Nunca se sabe si esta ciudad te quiere o te rechaza, si atrae o repele. La oigo rugir todo el día, por la noche ronca como un dragón cabreado y siento la necesidad urgente de escapar aunque sea a nado y no parar hasta llegar a Aberdeen. Por ejemplo.

Sospecho que entre Santiago y una servidora, bullen sentimientos encontrados entre lo esquivo y lo certero de lo vivido.

Pero siempre ha sido así, desde el principio. Después de logros varios y algún que otro sobresalto sin importancia, aparecen viejas y nuevas lealtades, verdaderas. Suponiendo que la verdad exista. Y aunque no fuera más que por eso, esta vez volver es una gozada.

También asoma donde más o menos se espera, lo antagónico, lo que sirve de antídoto, de aliciente para no tropezar cuatrocientas veces en la misma piedra.

Desde donde estoy veo torres inmensas de cristal donde se refleja el paisaje de la gran ciudad. El día es muy luminoso y hay brisa.

Hace unos minutos ha llamado un amigo anunciando el fallecimiento del padre de otro que me consta supo ser un gran hijo.

Ayer pasé por la calle Terranova esquina con Quebec. Para recordar los seis años que vivimos allá hace no tanto. Fuimos muy felices viviendo casi en la copa de los árboles. Sobre todos los 24 últimos meses. El nombre evocador de la calle a la que fuimos a parar por azar nos invitaba a soñar con el regreso a las nieves del Norte. Terranova se convirtió en un mantra protector.

Y sin remedio recordé un asunto descalabrado que se escribe solo.

Un día, saliendo del ensayo, tomamos mi novio y yo un taxi para volver a casa. Él, tuvo que quedarse a medio camino porque tenía que llegar a una cita de trabajo, concretamente a una entrevista. Seguí camino con los trajes de la obra, las máscaras y una preciosa guitarra de concierto. En un semáforo compré cerezas a un muchacho que las estaba vendiendo aprovechando la luz roja y mi taxista gentilmente dijo, - no se preocupe mi dama, yo pago ahora y luego cancelamos-. Cruzamos hasta Condell y a la altura de la Embajada de Francia el conductor paró el coche de repente al lado del portón alambrado y dijo – hasta aquí nomás llegamos-.

Pensé que se habría estropeado el motor, los frenos; algo, porque resultó intempestivo y extraño el frenazo en seco cuando faltaban menos de diez metros para que me dejara en la puerta de casa con todos los bártulos que no eran pocos. Previamente había guardado cuidadosamente en la mano izquierda un billete de cinco mil pesos para cancelar el recorrido al llegar al portal. La cartera como siempre la llevaba cruzada y oculta por un impermeable verde musgo.

Cuando me incliné en el asiento para pagarle, el tipo me agarró de repente de la muñeca con su mano derecha atrayéndome hacia delante, obligándome a una postura muy incómoda; en su mano izquierda brillaba una navaja cabritera a la vez que gritaba enfurecido - Bájate mierda. Bájate. Ya, te juiste, conch´e´ tu madre. Ándate mierda o te vas a arrepentir-.

Y yo hice exactamente eso. Dejé todo y me deslicé fuera del taxi como si no existiera la ley de la gravedad, como si el cuerpo me hubiese abandonado.

Eran las 12 del mediodía de un sábado claro y luminoso como hoy, frente a una Embajada prácticamente blindada.

Por la calle Condell, tan bonita y señorial siempre, seguían pasando coches y transeúntes. El taxi, o simulacro de, se dio a la fuga haciendo crujir las llantas contra el asfalto. Me quedé plantada en la acera. Un coche plateado se detuvo a mi lado y un hombre preguntó si me sentía bien o me pasaba algo. Seguramente estaba pálida como un espectro. Murmuré, creo que no me pasa nada, gracias de todos modos- .

Y me fui a casa con las manos vacías. El supuesto taxista se llevó máscaras, vestuario, la guitarra metida en su magnífico estuche. Era preciosa. La cartera seguía escondida debajo del impermeable abrochado hasta el cuello, por lo tanto invisible.

Después, sensaciones rarísimas e imprecisas de estar y no estar me hacían temblar. Todo lo que una se imagina que va a hacer llegado el momento, es mera ficción. Lo fue para mí. La realidad insuperable demuestra que somos enigmas frente a lo inesperado.

Presumo de buena memoria. Aquel día en Condell, se me borró todo. Solamente queda ya la vaga impresión de que el agresor era un hombre moreno de pelo muy corto muy negro algo rizado, en los cuarenta. Lo que es decir nada en Chile.

Otra vez en Montreal, tuve por fuerza mayor que reconstruir día por día diez años de la vida de una persona, con fechas precisas, atmósferas, hasta los detalles más insólitos, sin posibilidad de equivocación, bajo juramento. Únicamente a prueba de memoria. Y pasé.

En Santiago me invadió el olvido, el blanco total, o el negro profundo.

La única imagen que reverbera es la de una mano muy nervuda sujetando la mía. La voz y el tono perentorio, vejatorio, insoportable, los gritos, el descontrol verbal, lo brutal del insulto, la violencia de la navaja contra la piel delicada, casi sangrante, de la muñeca.

Luego vino la policía a nuestra casa y levantó acta del atraco con arma blanca. Después nada.

Seis años dan para mucho, yendo, viniendo y estando aquí. Hubo de todo, grandes logros, enormes satisfacciones. Chile me ha mimado. Será por eso que hay tanto vasco por estos sures del contigo ni sin ti. El pasado es inaprehensible y manipulable.

A vista de ave pasajera me parece muy difícil, punto menos que imposible captar el color espiritual de este país. Sus posiciones éticas. Un país que mirado desde fuera parece esconder algo inquietante, turbador y vertiginoso.

Como la belleza o como el abismo. Su alma.

*Begoña Zabala es actriz-escribiente

Perspectivas regionales de defensa: China 2008

Por Mario Ignacio Artaza*

Diversos hechos ocurridos en el ámbito militar el año pasado en China, demostraron el creciente compromiso de parte del establishment local en orden a que el Ejército de Liberación Popular (PLA) desempeñe un papel más protagónico en la nueva fase de la proyección política y comercial por la cual atraviesa dicho país, la cual se viene perfilando con una mayor cantidad de facetas y de responsabilidades desde el inicio del presente siglo.

Esto se notó - a modo de ejemplo - a través de los diversos ejercicios conjuntos y combinados en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), los cuales estuvieron orientados a fortalecer la capacidad de intra-operatividad en materias relacionadas con la lucha contra el terrorismo en el Asia Central.

También por medio de la creciente interacción de unidades chinas con efectivos de países asiáticos, europeos y latinoamericanos en operaciones de paz, bajo el alero de las Naciones Unidas, y a través de maniobras con fuerzas de países fronterizos. Ciertamente se ha ido perfilando lo que se puede denominar como un "camino propio", el cual seguirá desarrollándose este año, con particular énfasis en el desarrollo de tecnologías de punta y el apoyo a tareas comunitarias en zonas aisladas o aquellas sometidas a vaivenes climáticos.

El presupuesto militar chino tendrá un incremento sobre un 17% para el 2008. Aunque gran parte de estos fondos están orientados a financiar aumentos salariales, para así contar con efectivos más capacitados y, por ende, profesionalmente listos para enfrentar los desafíos que traen consigo los nuevos conflictos urbanos y/o, en zonas geográficas que van más allá del territorio nacional (léase por ejemplo la participación de soldados PLA en misiones de "cascos azules" ONU), claros están varios de los objetivos tecnológicos que debieramos ver avanzar durante el 2008.

China tiene proyectada la constitución de cuadros permanenentes de soldados profesionales, quienes harán "carrera" en las distintas instituciones armadas del país. Las Fuerzas Armadas de la República Popular China tienen en total a más de un millón y medio de personas en sus filas actualmente, lo que las convierte en las más numerosas en el planeta. El reto para el establishment local tiene dos caminos: el tecnológico y el humano. De ahí el alto monto de divisas orientadas a constituir fuerzas altamente adiestradas, motivadas y con equipamiento de última generación.

Entre otros de los proyectos tecnológicos que debieramos ver avanzar en el 2008 se encontraría la puesta en marcha de los últimos preparativos para la construcción del primer portaaviones para la marina china, unidad que representaría un salto cuantitativo y cuantitativo en lo que a las capacidades navales de agua azul que tendría China durante el próximo decenio del presente siglo, para hacer frente a los desafíos que conlleva una economía que tiene mayor peso e intereses comerciales, en particular aquellos vinculados con seguridad energética.

El año pasado, junto a ubicar un satélite en orbita para captar imágenes de la Luna - el Chang´e I - China comprobó tener las capacidades de ser el primer país en desarrollo dotada de la tecnología para eliminar un satélite orbitando a más de 800 kilómetros de altura, empleando para ello un misíl balístico tierra/aire.

La destrucción del satélite - aunque para algunos analístas "algo rudimentario en cuanto a la tecnología utilizada" - demostró que China tiene las capacidades tecnológicas para alterar transmisiones de información y de inteligencia a nivel global, para qué mencionar la destrucción de sistemas espaciales foráneos orientados a monitorear su propio territorio.

¿Y Chile?

Chile no está ajeno al interés del PLA por proyectarse pacíficamente y laborar de una manera conjunta y con visión de futuro, con países que tienen intereses comunes en un planeta interdependiente. De hecho, efectivos chinos y chilenos se encuentran realizando un importante aporte a la seguridad y estabilidad en Haití ("Nation Building"), a través del despliegue de capital humano y material dentro del mandato de la ONU en dicha isla.

El interés de China por interactuar con el plano militar chileno también se ha notado por medio del intercambio de oficiales para su formación profesional, capacitación y adiestramiento, como así también por medio de la adquisición de pertrechos menores tales como uniformes e insumos médicos para hospitales institucionales.

Finalmente, este año se deberían iniciar los preparativos con miras a organizar ejercicios en alta mar entre unidades navales chinas con sus pares chilenas, en el marco de la segunda flotilla naval de dicho país en visitar puertos de nuestro país.

*Primer secretario del servicio exterior