24 de marzo de 2008

Cuba: el bloqueo del bloggueo

Por Javier Campos*

En mi columna publicada aquí el 15 de Enero pasado, hablé extensamente de “La generación Y en Cuba” y del blog de Yoani Sánchez, quien recibía cerca de un millón de entradas cada mes. Pero acaba de ser bloqueado por el gobierno cubano. O por orden superior del régimen en algún lugar donde se maneja secretamente la informática en la isla. Quizás en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) donde realizan el máximo control y el bloqueo de Internet en Cuba. La noticia la dio la misma Yoani Sanchez el lunes 24 de marzo en su propio blog (http://www.desdecuba.com/generaciony/).

¿Cómo hizo para enviar el mensaje y burlar el bloqueo de su página donde le están imponiendo una dura censura para que su blog no sea leído ni visto en Cuba ni menos insertar mensajes de alguna cuenta desde dentro del país? Si duda es la solidaridad planetaria, pero también hay un factor importante que temen los regimenes dictatoriales y es que es imposible bajo la era de Internet bloquear la información en su totalidad. O aplastar de raíz millones de blogs que como cadenas, de todas maneras, darán un espacio para que Yoani continúe escribiendo desde una isla cercada por el gobierno.

Desde que Raúl Castro asumió el poder el 25 de febrero mencionó que haría ciertos cambios o eliminaría ciertas restricciones en la sociedad cubana. Las “autorizaciones” fueron recientemente las que siguen: permitir comprar computadores y aparatos de DVD, alojarse en hoteles que han sido por muchos años privilegio solamente de los turistas, los agricultores pueden comprar libremente ciertos instrumentos de labranza. Para 2009 y 2010 se esperan otras “autorizaciones”. Lo que queda claro para los cubanos es que nada cambia pues con esas “libertades” aún habrá que seguir pagando en dólares o en pesos convertibles la mayoría de los productos. Hasta un cepillo de dientes hay que comprarlo en moneda convertible y no en pesos cubanos. Imaginemos “el bloqueo al consumo de necesidades básicas” si el salario promedio que recibe el cubano son 200 pesos al mes (al cambio, 15 dólares).

Si una computadora cuesta 1.500 dólares, un cuarto de hotel por noche 100 dólares, etc., ¿qué libertades y cambios importantes está haciendo Raúl Castro? Lo que se pide son otras cosas bien específicas y más importantes como la autorización de negocios individuales para que la economía se diversifique, cambiar la injusta doble moneda (ganar en pesos y comprar en dólares), eliminar el control informativo de Internet, permitir que la población tenga la libertad de viajar fuera del país (y aún dentro del propio) entre muchas más. Y lo otro que queda aun más claro – y que es lo que nunca ha querido reconocer la izquierda ciega y nostálgica- es la evidencia de una crisis económica y de las libertades profunda.

Y respecto al control informativo, el gobierno cubano se niega a suprimirlo por el temor de que con tanta información distinta se produzca en el país nadie sabe qué demandas masivas de la población. Y entonces no queda más que bloquear a los que escriben otras cosas que no aparecen ni en el “Granma”, “Juventud Rebelde” o en los controlados canales de la televisión.

Termino con unos párrafos de la última crónica del blog de Yoani Sánchez donde ella misma da a entender que ni será el último ni el penúltimo en publicar en su blog: “Así que los anónimos censores de nuestro famélico ciberespacio cubano, han querido encerrarme en el cuarto, apagarme la luz y no dejar entrar a los amigos. Eso, convertido al lenguaje de la red, quiere decir bloquearme el sitio, filtrar mi página, en fin, “pinchar” el blog para que mis compatriotas no puedan leerlo. Desde hace un par de días Generación Y es sólo un mensaje de error en la pantalla de muchas computadoras cubanas. Otro sitio bloqueado para los “monitoreados” internautas de la Isla. Mis textos, los de los otros bloggers y periodistas digitales, han hecho que la presilla de los inquisidores haga su ridículo papel. Con estas ínfulas de adolescentes rebeldes, nos hemos ganado el manotazo, el severo guiño y el regaño. Sin embargo, la reprimenda es tan inútil que da pena y tan fácil de burlar que se trueca en incentivo” .

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*Javier Campos, poeta, narrador, columnista.