26 de mayo de 2008

¿Ley de monumentos o de patrimonio?

Por Luis Alegría*

La discusión que se ha venido dando en el último tiempo desde diversas editoriales y cartas a los periódicos sobre la protección del patrimonio nacional, cuyo día se conmemoró ayer en todo el país, nos lleva a constatar una serie de situaciones lamentables. Entre estas se cuenta la confusión en el uso de los conceptos de patrimonio y monumento.

Patrimonio y monumentos no son lo mismo. Esto genera consecuencias no menores, si se piensa que a la hora de hablar de una legislación de Protección del Patrimonio, incentivos tributarios, o incluso de una institucionalidad patrimonial, esta se centre en la modificación a la actual Ley de Monumentos Nacionales (17.288), y eventualmente en la creación del Instituto del Patrimonio. Existe cierto consenso sobre la necesidad de adaptar las antiguas normas a los nuevos tiempos.

Poco se habla de los vacíos que la legislación ha evidenciado durante mucho tiempo. Y, según parece, seguirá manteniendo con unas instituciones que dentro del esquema de la protección y defensa del patrimonio juegan un rol capital: los museos.

Se puede constatar entonces, que reducido el patrimonio sólo a propiedades o bienes raíces, se genere una discusión, que por cierto no deja de ser importante, entre Estado y privados. Pero en un esquema de bipolaridad, que por un lado, margina a la sociedad civil y las organizaciones que la representan. Y por otro, la discusión de lo patrimonial a la luz pública se reduce, como lo hemos señalado, a la exclusiva protección de los monumentos (léase bienes inmuebles), tema que desde el ámbito académico está superado, pero que en el imaginario colectivo sigue siendo predominante.

Vemos con preocupación también que una discusión sobre el rol de los museos en el marco de la protección del patrimonio, queda excluida del debate nacional. Los museos siguen siendo representados como espacios estáticos, sin mayor vinculación con la realidad, básicamente como objeto de posibles robos y problemas de conservación.

Por ello, urge una discusión de la problemática patrimonial más amplia, que incluya como una necesidad de protección del patrimonio: la regulación, fomento y sostenibilidad de los museos del país, es decir la generación de una política cultural para los museos. Tema que fue central en las X Jornadas Museológicas que se desarrollaron en el Museo R.P. Gustavo le Paige, y en el Centro Cultural de España durante mayo, cuyas conclusiones se darán a conocer en los próximos días.

Abogamos por una norma jurídica para los Museos de Chile, y también por la creación de un fondo de financiamiento público, o público/privado o privado para el desarrollo de los museos, en el marco de mejorar sus estándares de funcionamiento. Si en el marco de FONDART existen fondos específicos, para áreas claves del desarrollo cultural del país, como un Fondo Audiovisual, otro de la Música, otro del Libro, ¿por qué no puede existir un Fondo de financiamiento del patrimonio y dentro de este una línea de financiamiento para los museos de Chile?

Este sin duda, puede ser uno de los anuncios más importantes que se pueden hacer este 2008, el Año Iberoamericano de Museos, y porque no, puede ser un gran regalo para todo el país en el marco del Bicentenario.

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*Luis Alegría Licuime es docente de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.