Por Mario Ignacio Artaza*
Diversos hechos ocurridos en el ámbito militar el año pasado en China, demostraron el creciente compromiso de parte del establishment local en orden a que el Ejército de Liberación Popular (PLA) desempeñe un papel más protagónico en la nueva fase de la proyección política y comercial por la cual atraviesa dicho país, la cual se viene perfilando con una mayor cantidad de facetas y de responsabilidades desde el inicio del presente siglo.
Esto se notó - a modo de ejemplo - a través de los diversos ejercicios conjuntos y combinados en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), los cuales estuvieron orientados a fortalecer la capacidad de intra-operatividad en materias relacionadas con la lucha contra el terrorismo en el Asia Central.
También por medio de la creciente interacción de unidades chinas con efectivos de países asiáticos, europeos y latinoamericanos en operaciones de paz, bajo el alero de las Naciones Unidas, y a través de maniobras con fuerzas de países fronterizos. Ciertamente se ha ido perfilando lo que se puede denominar como un "camino propio", el cual seguirá desarrollándose este año, con particular énfasis en el desarrollo de tecnologías de punta y el apoyo a tareas comunitarias en zonas aisladas o aquellas sometidas a vaivenes climáticos.
El presupuesto militar chino tendrá un incremento sobre un 17% para el 2008. Aunque gran parte de estos fondos están orientados a financiar aumentos salariales, para así contar con efectivos más capacitados y, por ende, profesionalmente listos para enfrentar los desafíos que traen consigo los nuevos conflictos urbanos y/o, en zonas geográficas que van más allá del territorio nacional (léase por ejemplo la participación de soldados PLA en misiones de "cascos azules" ONU), claros están varios de los objetivos tecnológicos que debieramos ver avanzar durante el 2008.
China tiene proyectada la constitución de cuadros permanenentes de soldados profesionales, quienes harán "carrera" en las distintas instituciones armadas del país. Las Fuerzas Armadas de la República Popular China tienen en total a más de un millón y medio de personas en sus filas actualmente, lo que las convierte en las más numerosas en el planeta. El reto para el establishment local tiene dos caminos: el tecnológico y el humano. De ahí el alto monto de divisas orientadas a constituir fuerzas altamente adiestradas, motivadas y con equipamiento de última generación.
Entre otros de los proyectos tecnológicos que debieramos ver avanzar en el 2008 se encontraría la puesta en marcha de los últimos preparativos para la construcción del primer portaaviones para la marina china, unidad que representaría un salto cuantitativo y cuantitativo en lo que a las capacidades navales de agua azul que tendría China durante el próximo decenio del presente siglo, para hacer frente a los desafíos que conlleva una economía que tiene mayor peso e intereses comerciales, en particular aquellos vinculados con seguridad energética.
El año pasado, junto a ubicar un satélite en orbita para captar imágenes de la Luna - el Chang´e I - China comprobó tener las capacidades de ser el primer país en desarrollo dotada de la tecnología para eliminar un satélite orbitando a más de 800 kilómetros de altura, empleando para ello un misíl balístico tierra/aire.
La destrucción del satélite - aunque para algunos analístas "algo rudimentario en cuanto a la tecnología utilizada" - demostró que China tiene las capacidades tecnológicas para alterar transmisiones de información y de inteligencia a nivel global, para qué mencionar la destrucción de sistemas espaciales foráneos orientados a monitorear su propio territorio.
¿Y Chile?
Chile no está ajeno al interés del PLA por proyectarse pacíficamente y laborar de una manera conjunta y con visión de futuro, con países que tienen intereses comunes en un planeta interdependiente. De hecho, efectivos chinos y chilenos se encuentran realizando un importante aporte a la seguridad y estabilidad en Haití ("Nation Building"), a través del despliegue de capital humano y material dentro del mandato de la ONU en dicha isla.
El interés de China por interactuar con el plano militar chileno también se ha notado por medio del intercambio de oficiales para su formación profesional, capacitación y adiestramiento, como así también por medio de la adquisición de pertrechos menores tales como uniformes e insumos médicos para hospitales institucionales.
Finalmente, este año se deberían iniciar los preparativos con miras a organizar ejercicios en alta mar entre unidades navales chinas con sus pares chilenas, en el marco de la segunda flotilla naval de dicho país en visitar puertos de nuestro país.
*Primer secretario del servicio exterior